La educacion chilena constituyo desde la misma fundación de la republica una prioridad para sus gobernantes. La atención hacia la creación de escuelas primarias y, luego, secundarias, técnicas y superiores, la formación de docentes para tales niveles y el cultivo de las humanidades, las artes y las ciencias, ocuparon todo el siglo XIX, con valiosos aportes extranjeros. No faltó la pugna ideológica, la resistencia conservadora, el ímpetu revolucionario.
En definitiva, el autoritarismo, la hegemonía de la elite tradicionalista, no permitieron que el progreso se socializara y fuera compartido por una mayoría ciudadana.
Al comenzar el siglo XX, gatillada por los problemas sociales existentes y por la conmemoración del primer centenario de la independencia, se llevó a cabo una descarnada evaluación crítica del sistema educativo y de la situacón económica y cultural del país, a cargo especialmente de los educadores de la época tanto en términos individuales como gremiales.
A pesar de haber trnscurrido un siglo, la índole de los problemas que, en lo educacional y en lo cultural afronta chile en la acualidad, se mantiene desde entonces con una diacrónica y porfiada vigencia. Muchos de aquellos análisis y polémicas bien podrían reeditarse hoy con un grado significativo de validez y pertinencia.
Desde ese entonces la educación es un tema de mucha importancia ya que desde ese momento todos en este pais, chile, estamos obligados a tener una educación de una forma totalmente diferente a lo que era antiguamente, con mas recursos necesarios para cada uno de nosotros.
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